lunes, 10 de mayo de 2010

Vuelve Vinalia Trippers!!!!!


No llegué a tiempo de participar y me pena, pero han vuelto a lo grande!!!!

Pedazo de portada. Enhorabuena a los nuevos tripulantes.

martes, 26 de enero de 2010

jueves, 12 de junio de 2008

martes, 6 de mayo de 2008

Notas sobre la obra de Ezequiel Martínez LLorente

Sobre Personas que acoges cuando no viene nadie (zaragoza, Eclipsados, 2008)

David Barreiro en su blog Duermevela:
Es un libro de relatos publicado por Eclipsados. Retazos de vida en coches, aparcamientos y centros comerciales. En la sala de estar y el dormitorio de una casa que podría ser la nuestra. Recuerda a los grandes cuentistas norteamericanos del siglo XX: John Cheever, Raymond Carver, Lorrie Moore, David Leavitt, Richard Ford.
Un magnífico libro en una cuidada y atractiva edición.

http://revistaduermevela.blogspot.com/2008/01/nuestra-estanteria.html


Pablo Lorente en Heraldo de Aragón:

Ezequiel Martínez reaparece en el panorama literario después de ganar el Premio de Narrativa de la Universidad de Zaragoza en 2002. La primera sorpresa es el sugerente título, rico en matices e hipótesis. La segunda es la naturaleza de la obra, un híbrido libre y abierto a la interpretación, hermético en cierta medida, didáctico si así lo queremos ver. El libro se divide en 23 secuencias, cada una de ellas con distintos títulos que nos trasladan a momentos de la vida cotidiana. Toman la palabra personajes y lugares que cada uno podríamos aplicar a nuestro mundo. Y sin embargo, detrás de la aparente independencia de los relatos, hay un fuerte nexo de unión entre ellos, algo que nos produce una familiar sensación de extrañamiento, que nos traslada a los territorios universales del aprendizaje y la soledad, de lo cercano y de lo auténtico. Una familiaridad tremendamente agradable.


Opiniones de Juan Carlos Ara Torralba:

Respecto de la frescura de su primer libro, "Imarginaciones es una autografía", estas
"Personas" ganan en reflexividad y hondura. Quiero decir que se nota un buen manejo de las capacidades del narrador y, sobre todo, destreza en el hacer y deshacer de las elipsis. Es muy importante el saber contar y el saber quién y qué cuenta para levantar estos cuadros cotidianos inquietantes. Sí, es cierto que en "Personas" hay bastante de Carver, Cheever o Leavitt, pero se ha sabido imitar no la "manera"
superficial de aquellos, sino su modo profundo, el lugar exacto desde donde se cuentan las historias. Es este modo el que de la unidad a los relatos, ciertamente.

Sobre Imarginaciones

Mario Ropero, Diario de Teruel:

Este libro lo conforman una colección de relatos cortos que nos proponen un recorrido atrevido y diáfano por el mundo cotidiano, del cual extraen el máximo partido con un talante que circunda los riesgos más irreverente.
Su prosa es una constante implicación con el devenir de los hombres, ahondando con una ternura adolescente en el desasosiego, las dudas y el desengaño.
Esta obra se convierte por derecho propio en un referente, en un icono de prosística moderna con pinceladas poéticas que nos llevará a una profunda reflexión sobre nosotros mismos.

Julio José Ordovás en Heraldo de Aragón:
No es una perogrullada: si el nombre del autor no te dice nada, y si ni la cubierta ni el título te enganchan al primer golpe de vista, tus manos saltan automáticamente a otro libro. “Personas que acoges cuando no viene nadie” (Eclipsados) tiene una cubierta horrenda y un título disuasorio, y el nombre de su autor puede que te recuerde al editor de “Eñe”, el suplemento cultural del periódico argentino “Clarín”, pero nada más. Y sin embargo, pocos libros tan llamativos como este. EzequielMartínez es el más “freak” de los escritores aragoneses, un extraterrestre que no se sabe bien de qué planeta literario ha venido. Lo demostró con su primer libro, de título aún más horripilante: “Imarginaciones es una autografía”. Pero ya en aquel libro que publicó Prensas Universitarias en 2003 había una voz insólita y una mirada profundamente dislocada: la voz y la mirada de un escritor que sigue su propio camino, silbando una canción extraña e inquietantemente pegadiza.

sábado, 15 de marzo de 2008

DIEGO TRELLES, El circulo de los escritores asesinos, Candaya 2005

Cuando Gombrowicz decía aquello de que una novela policíaca era un intento de organizar el caos, en su celebre “Cosmos” donde nos vuelve locos y nos lleva a rutas que pocos autores han explorado, así Trelles, en su novela El circulo de los escritores asesinos, nos organiza un caos delictivo al puro estilo de Bolaño el Pater de está nueva casta de autores que van a revolucionar la literatura o que ya la están revolucionando. La novela nos pone frente a un crimen: el asesinato de un crítico literario, (desde ese momento creo que se gana a buena parte de lectores sobretodo a los autores-lectores) La forma es especialmente atractiva, se trata de cuatro manuscritos que intentan explicar el asesinato de García Ordóñez donde el antólogo es Alejandro Sawa el personaje que con suma delicadeza nos cuida en la lectura pues es él quien nos va dando pistas y nos va guiando en esta pieza oscura de Trelles.
La literatura y el cine son la divas que nos van a enganchar, la poesía es un apartado de lujo con la idolatría que sus personajes tienen a uno de los genios de poesía de nuestro idioma como Vallejo, es un homenaje también al Quijote, a varios cineastas como: Bergman, Truffaut, Godard, Rohmer, Pasolini… bueno, estoy seguro que no me alcanzaría hoja para mostrar a todos los homenajeados. Una de las cosas que más motiva en la lectura de la novela es la zoología literaria limeña, gente que se reúne en bares peligrosos, putas, ciberpunks lamentables, eruditos de barra todo eso que flota en el ambiente de un mundo cultural hostil y que se cuida con cuchillo en mano, además de Lima la novela se ubica en Texas y Etiopía.
El chato, Larrita, Ganivet y Casandra junto con Sawa son los que completan El grupo salvaje; la forma como Trelles maneja el hilo conductor a través de un personaje que es como un Dios que todo lo mira, que todo lo corrige, que nos muestra el camino, que a la vez nos hace partícipes, que nos genera la intriga y con él trabaremos una especie amistad insegura. Tener buena vista, como dice Santiago Roncagliolo en el prólogo al respecto de si es un libro de detectives “El único detective es el lector. Sólo a él le corresponde decidir la ruta correcta para navegar por sus páginas.”
Hopper, Vallejo, Godard, Larra o Larrita y su “club de enemigos de Neruda” Onetti junto con las garrapatas de la noche, el amor, la muerte todo intentando llegar a destapar el misterio, sin embargo el final parece haber sido a mata caballo, a ciego en pleno tráfico madrileño porque las primeras hojas son magnéticas no te sueltan y en la parte final siento que decae como si se hubiera borrado algo de tinta en toda la trama, pero uno tiene que leer con lupa y pipa esta novela, eso es ineluctable, el juego está en el ambiente y Diego Trelles reparte las cartas, la mesa está plagada de ludópatas y alguien tiene más de un Póquer.
Diego Palmath

(Esta reseña será publicada en el nº10 de la Revista "Eclipse")