domingo, 10 de febrero de 2008

Once poetas críticos en la poesía española reciente, Coordinador Enrique Falcón, Canarias, Ediciones de Baile del Sol, 2007, 298 páginas.

Más allá de la creación literaria una serie de conceptos se balancean haciéndose notar en ocasiones, desapareciendo en otras. Verdad, autenticidad, normalidad y compromiso conviven en esta antología coordinada por Enrique Falcón que cuenta con la presencia de Jorge Riechmann, Daniel Bellón, Isabel Pérez Montalbán, David González, Antonio Orihuela, Antonio Méndez Rubio, Miguel Ángel García Argüez, David Franco Monthiel, David Eloy Rodríguez, José Mª Gómez Valero y el propio Falcón.
Éste es sin duda un buen momento para hablar de todas estas cosas, para mostrar todo aquello que tiene que ver con una actitud valiente y comprometida en la poesía (Luis Bagué, recientísimo premio Hiperion, en su ensayo Poesía en pie de paz, modos del compromiso literario hacia el tercer milenio, Pre-Textos 2007, realiza, con la extrema claridad que le caracteriza, un ensayo sobre la cuestión y reflexiona sobre los distintos tipos de compromiso) y lo es porque de un tiempo a esta parte quizá el factor diferencial andaba algo escaso en la poesía española última, tal vez por el escaso riesgo adquirido por los autores ante el reto de sorprender al lector o tal vez por la difícil tarea de renovarse ante cada uno de los libros; lo es también para que las poéticas de riesgo ocupen el lugar que merecen en las estanterías de las librerías y en el panorama poético nacional.
Enrique Falcón asume el oficio de coordinador con fidelidad, sin vicios adquiridos. Recoge en este libro a los poetas que se caracterizan por tener un espíritu crítico marcado desde su condición de creadores y aunque algunos nombres quedan fuera (como en toda antología que se precie) los que la habitan lo hacen con plenos poderes. Nadie mejor que él, o muy pocos tan bien como él, para encargarse de la selección de una obra semejante. La sombra de Alicia Bajo Cero y su magnífico y necesario Poesía y poder se percibe en el trasfondo de las páginas y la certeza de su pervivencia completa las magníficas sensaciones que deja en el lector este volumen.
Cuestión de gustos es ya decantarse por uno u otro autor: el dardo moral de David González (honesto siempre, con su poesía y su conducta vital, que alcanzará un nuevo capítulo próximamente en la Editorial Bartleby), la salmodia demoledora de Falcón (y esa versión final de La marcha de los 150.000.000 que se asoma ya tras el verano), la estructura no-poética de Orihuela (su lirismo descarnado construido con enorme esmero a lo largo de más de 15 libros y que se resume a la perfección en una antología personal publicada por Ediciones del Satélite, fuerte apuesta del joven poeta y editor riojano Lucas Rodríguez), el magnetismo del verso de Riechmann (que no admite una sola lectura y permanece por mucho tiempo en la memoria), la lucha contra el lenguaje y sus formas planteada por Méndez Rubio (y esos versos de gran clase que el lector no puede olvidar)…
Ediciones de Baile del sol viene apostando por algunos de estos poetas desde hace ya algún tiempo y a los mencionados en esta antología hay que sumar en el índice de autores de la editorial a otros con mensajes también comprometidos como Vicente Muñoz Álvarez, José Blanco o Roxana Popelka. Una seña editorial con algún que otro precedente pero comprometida con este tipo de poesía crítica como muy pocas. Es muy estimulante para el lector entender que algunos autores han encontrado una editorial que les comprende y les estimula para publicar libros como éste, un lugar en el que sentirse libres.
El combate cultural se reabre en forma de latido crítico, y por si se diera el caso de que alguien guardara en lo más profundo una duda, ésta quedará resuelta en cuanto se dé por concluida la lectura de este valioso volumen (tanto por su calidad literaria como por su estimulante y profunda conciencia crítica): existe otra forma de decir versos.
Ignacio Escuin Borao
(Esta reseña apareció publicada en la Revista Turia).

domingo, 3 de febrero de 2008

ALGUNAS NOTAS SOBRE MUJERES, POESÍA Y VIDA

La verdadera Historia de los hombres, vv.aa., Zaragoza, Eclipsados, 2005
Tintación, Almudena Vidorreta, Zaragoza, Eclipsados, 2007


Alrededor de la poesía actual circulan ciertos asusntos que la vinculan a fenómenos tan amplios y difíciles de explicar como la postmodernidad, o estructuras tan poco definidas como el poema en prosa o un supuesto cambio que se viene evidenciando y que algunos asumen como novedoso aunque no deja de ser una variación puramente evolucionista en el sistema poético actual. Sin embargo existen otras cuestiones que a menudo pasan desapercibidas que resultan mucho más interesantes y llamativas como el compromiso literario, el espiíritu crítico, el riesgo, la verdad o verosimilitud (o como queramos denominarla), el ingrediente femenino y otros términos.
Son muchos los poetas que ejercen ahora la crítica literaria y se esfuerzan en encontrar un sentido estructural que justifique todo, una teoría globalizadora que permita meter en un mismo saco la poesía crítica de los Falcón, Riechmann, Orihuela, Méndez Rubio, el poema pretendidamente realista de González, Iribarren, Casares, Stabile o Vaz, o el lirismo e íntimo tono de Reyes, Beltrán, Medel, Castaño o Pérez Cañamares. A mi juicio nada puede explicar mejor todo esto que diferentes teorías aplicadas a cada una de estas poéticas y, por lo tanto, sólo desde un elemento común e indiscutible podremos establecer alguna teoría que englobe a más de una.
Mi elección en estas páginas será el género como elemento catalizador para hablar de dos publicaciones que han marcado el devenir de una editorial independiente que apuesta por la publicación de voces interesantes sean de un tipo o de otro. La editorial señalada es Eclipsados, un sello aragonés que funciona desde 2004 pero que se dio a conocer a partir de 2005 con la publicación de la antología de poesía La verdadera historia de los hombres coordinada por el poeta asturiano David González y el turolense Ignacio Escuin. En ella diez voces bien diferenciadas se hacían eco de la relación de género que se establece en la propia vida, y Ana Vanessa Gutiérrez, Carmen Beltrán, Elena Pallarés, Eva Vaz, Isabel Bono, Isla Correyero, Idoia Ikardo, Miriam Reyes, Roxana Popelka y Sonia San Román expresan, desde distintos puntos de vista (del cariño al odio, de la rabia al llanto enamorado), "la manera de decir" de diez mujeres que escriben poesía.
Esta antología ha recorrido las estanterías de muchas librerías de España y continua siendo un libro de referencia en lo que a la escritura de género se refiere en este país, pero a este fenómeno hay que sumar la publicación de otros nombres en la editorial que han añadido su granito de arena a esta cuestión como Graciela Baquero o Almudena Vidorreta.
La poesía de Almudena Vidorreta es deascarnada, tierna, apasionadamente personal, erótica, pornográfica en momentos, lírica como muy pocos consiguen serlo sin rozar la cursilería y actual (sus versos en coasiones suenan a otras jóvenes poetas como Medel o algunas de las ya citadas en el anterior libro). El deseo de hacer de la identidad femenina un santo y seña plantea su punto álgido en poemas como este

Tengo el pubis encharcado
y una migraña que me come viva.
No hay máscara de pestañas
suficiente para endurecer
y enderezar de una vez por todas
el pelo negro de mis ojos tristes:
con tanta lágrima,
con tanto fluido vaginal,
no puedo sentirme rebelde...
Será por eso que trato de maquillarme
y será por eso que me da por llorar.

Algo que también se da en poemas de las poetas que aparecen en la antología que aqui nos ocupa, como en estos versos de Eva Vaz

ENSEÑANZA SUPERIOIR
He necesitado cumplir los 25.
He necesitado licenciarme
en Filosofía,
y perseguir un doctorado,
y despellejar mi paciencia
en unas oposiciones,
para descubrir que lo más apreciable,
mi mejor joya:
mi COÑO.

Ahora me faltan años
y currículum
para retroceder en el tiempo
y ejercitar otras virtudes
y conquistar el mundo
en un abrir y cerrar
de piernas.

Estas líneas sólo pretenden ser una pequeña muestra de lo que en las páginas de ambos libros podrá encontrar el lector: mujeres con marcado tono femenino que se reivindican físca y poéticamente. Un deseo enorme de ser mujer, deseo de ser ella y mostrar a los demás los puntos de vista más íntimos de la poética femina actual. Todas ellas son ejemplos magníficos y junto a los textos de Viloeta G. Rangel (sea ella o él) representan el canto más llamativo de la mujer, la poesía y el mundo.
Santiago García Beimberg