viernes, 4 de enero de 2008

Jorge Riechmann, Conversaciones entre alquimistas, Barcelona, Tusquets, 2007, 126 páginas.

Jorge Riechmann es uno de los autores que se han convertido en referencia en la escena poética española y que ha conseguido la difícil misión de que todo lector de poesía pueda citar de memoria, uno de los títulos de sus libros, al menos, sin mucho esfuerzo (El día que dejé de leer El País, Ahí te quiero ver...) y lo ha hecho no sólo gracias a su “buenhacer” poético sino también a través de sus magníficas traducciones (René Char, entre otros), sus estudios literarios (Canciones allende lo humano...) y sobre todo su posición ante la poesía y ante la vida. Resulta sumamente interesante el concepto que rodea todo libro de Jorge Riechmann, el compromiso con sus creencias y con su posición que justamente le ha llevado a esta editorial, Tusquets, que de alguna forma lo sitúa entre los poetas más significativos del país (aunque esta posición ya la había logrado el autor gracias a todo lo mencionado).
Conversaciones entre alquimistas es un libro lleno de poemas estupendos, una recopilación de certezas y de sueños también, un encuentro entre el poeta y el lector sin restricciones ya que Riechmann se muestra tal y como es siempre, sin máscaras, fiel a sus ideales y su estética. La poesía en tantas ocasiones vinculada al desconsuelo o la desesperanza abre un nuevo sendero hacia la posibilidad, existe una manera distinta de supervivencia vinculada siempre a la cordura y el sentido común en los poemas de este libro, un camino se abre a la esperanza entre huelgas generales, miserias poéticas y la ley de los grandes números que rige el mundo en el que vivimos. La esencia misma de la vida se extiende en este libro: “No despegarse de la tierra / No aferrar / Dejar ir”.
Ignacio Escuín Borao
(Reseña publicada en el último número de la Revista Eclipse, noviembre 2007)

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